Paisaxes Mínimas
Si Tanizaki elogia la sombra, en estas imágenes asistimos a un elogio de la niebla que suele aparecer antes de la lluvia. La atmósfera cambiante e incierta, característica del clima en Galicia, descubre paisajes tenues, cumbres que se insinúan y se disipan, composiciones de nubes bajas que se sitúan entre el espectador y el fondo, líneas irregulares de montes que se dibujan para volver a desaparecer. El espacio dilatado, envolvente, en un juego de apariencias deja ver las transformaciones sutiles y trascendentales del mundo, como hace el sueño cuando vuelve pesados los párpados.
Esta aproximación a la visión de lo intangible recuerda por un lado a las veladuras que en la historia de la pintura tratan de captar la transparencia y, por otro, a la aparición de la imagen sobre el papel en el laboratorio fotográfico. La niebla apunta a la duda en el espectro de lo visible y deja que el tiempo ejerza de revelador. A la vez, en estos paisajes mínimos algo atemporal se manifiesta, a saber, el espacio en blanco, el vacío.
Vanessa Díaz
Esta aproximación a la visión de lo intangible recuerda por un lado a las veladuras que en la historia de la pintura tratan de captar la transparencia y, por otro, a la aparición de la imagen sobre el papel en el laboratorio fotográfico. La niebla apunta a la duda en el espectro de lo visible y deja que el tiempo ejerza de revelador. A la vez, en estos paisajes mínimos algo atemporal se manifiesta, a saber, el espacio en blanco, el vacío.
Vanessa Díaz