Fantasmagorías
El fotógrafo Juan Adrio experimenta con los límites de la imagen que oscila entre color y el blanco y negro en sus paisajes del mar (Tempo Gris), poco después pone a prueba las veladuras y la aparición de la imagen (Visibilidade mínima), y, en este caso, logra introducir el “vacío” en forma de luz. Vacío que dejan los cuerpos en suspensión ante las pantallas de los dispositivos móviles. Las imágenes conectan con su interés en determinados comportamientos humanos, ya presente en su serie Tránsitos. Adrio presenta escenas en las cuales la pérdida de corporeidad, la sensación de alienación, las formas volátiles de relaciones y la pasividad visibilizan lo que José Luís Brea llamó el enfriamiento del acontecimiento como manifestación de “las auras frías”.
Vanessa Díaz
El día 3 de abril de 1973, probablemente, sea una fecha destacada sólo para aquellos a los que les sucedió algún acontecimiento importante en su biografía, sin embargo, ese día, tuvo lugar un hecho, que cambiaría nuestras vidas, nuestro mundo. Un directivo de Motorola, Martin Cooper, realizó la primera llamada desde el primer teléfono móvil en Nueva York a su mayor rival en el sector de telefonía, Joel Engel de los Bell Labs.
“Joel, soy Marty. A que no sabes desde dónde te llamo? Desde un teléfono móvil, un teléfono móvil portátil de verdad”. Estas fueron sus primeras palabras desde un aparato con la apariencia de un ladrillo que sería presentado oficialmente en 1984, año en que se empezó a comercializar.
En 1976 la telefonía móvil llega a nuestro país. Desde entonces hasta hoy, España se convierte en uno de los países de Europa en que la telefonía móvil tiene mayor grado de aceptación, superando desde el año 2006 al número de sus habitantes, confirmándose además, que más de la mitad de los jóvenes recibe su primer “teléfono inteligente” con conexión a la red a los diez años de edad.
Esta nueva herramienta, junto con otros dispositivos, irrumpe con fuerza en tan sólo unos 40 años, cambiando nuestra manera de actuar, como en el resto del mundo, a todos los niveles : social, económico y político.
Sin embargo junto a estos cambios aparecen otros asociados muy llamativos de tipo conductual, que afectan sobre todo a niños y adolescentes : dependencia, irritabilidad, alteraciones del sueño, etc. pero quizá lo que más llama la atención de los expertos, son los efectos adversos sobre la forma que adopta la comunicación en sí misma, que conlleva la creación de un mundo ilusorio, irreal, ajeno al que viven, una “fantasmagoría” que conduce a lo que ya se denomina ”autismo social” para nombrar la incapacidad de algunos sujetos para intentar identificar de manera correcta las expresiones faciales y emociones de las personas con las que interactúan en la vida real.
Rita Ibarretxe.
Vanessa Díaz
El día 3 de abril de 1973, probablemente, sea una fecha destacada sólo para aquellos a los que les sucedió algún acontecimiento importante en su biografía, sin embargo, ese día, tuvo lugar un hecho, que cambiaría nuestras vidas, nuestro mundo. Un directivo de Motorola, Martin Cooper, realizó la primera llamada desde el primer teléfono móvil en Nueva York a su mayor rival en el sector de telefonía, Joel Engel de los Bell Labs.
“Joel, soy Marty. A que no sabes desde dónde te llamo? Desde un teléfono móvil, un teléfono móvil portátil de verdad”. Estas fueron sus primeras palabras desde un aparato con la apariencia de un ladrillo que sería presentado oficialmente en 1984, año en que se empezó a comercializar.
En 1976 la telefonía móvil llega a nuestro país. Desde entonces hasta hoy, España se convierte en uno de los países de Europa en que la telefonía móvil tiene mayor grado de aceptación, superando desde el año 2006 al número de sus habitantes, confirmándose además, que más de la mitad de los jóvenes recibe su primer “teléfono inteligente” con conexión a la red a los diez años de edad.
Esta nueva herramienta, junto con otros dispositivos, irrumpe con fuerza en tan sólo unos 40 años, cambiando nuestra manera de actuar, como en el resto del mundo, a todos los niveles : social, económico y político.
Sin embargo junto a estos cambios aparecen otros asociados muy llamativos de tipo conductual, que afectan sobre todo a niños y adolescentes : dependencia, irritabilidad, alteraciones del sueño, etc. pero quizá lo que más llama la atención de los expertos, son los efectos adversos sobre la forma que adopta la comunicación en sí misma, que conlleva la creación de un mundo ilusorio, irreal, ajeno al que viven, una “fantasmagoría” que conduce a lo que ya se denomina ”autismo social” para nombrar la incapacidad de algunos sujetos para intentar identificar de manera correcta las expresiones faciales y emociones de las personas con las que interactúan en la vida real.
Rita Ibarretxe.